Los límites de la tolerancia

13 de Abril de 2018

[Por: José Neivaldo de Souza]




Yo lucho contra mí mismo, mi intolerancia, mi voluntad de destruir a aquellos que no piensan igual a mí y que, en nombre de sus verdades, amenazan convicciones y provocan a la ira. He acompañado los conflictos internacionales y, particularmente, los enfrentamientos políticos en Brasil. Manifestaciones de intolerancia aparecen en el escenario mundial y dan a entender que, a través del odio y de la fuerza bruta todo puede ser resuelto. La violencia conduce a la violencia y esta situación puede conducir a una guerra interna o externa.

 

León Tolstoi, concordando con el pensador Alfred de Vigny, escribió: "no es verdad que una guerra contra una nación extraña pueda ser sagrada. No es verdad que la tierra quiera sangre. La tierra quiere agua pura del cielo para sus ríos, el rocío puro de sus nubes, pero no sangre. La guerra es maldita por Dios, como lo son todos los que participan de ella.

 

Estas palabras me hacen reflexionar sobre los límites de la tolerancia. En primer lugar, es más conveniente hablar de lo que no es tolerable. No podemos tolerar el odio, la injusticia, la guerra y el hambre. No puedo tolerar a aquellos que usan la "libertad de expresión" para vehicular el fanatismo, la violencia y el caos social. Es inaceptable que, aún hoy, se cometa barbarie en nombre de una visión de mundo única y absoluta donde la verdad ajena es vista como inferior.

 

Jesús, en los evangelios, nos muestra en su práctica pastoral, cuán tolerante con los humildes y pecadores, pero intolerante con los legalistas que se hallaban perfectos, moralmente ilícitos y promotores de odio e injusticia. Jesús los dejó fuera de sus "Bienaventuranzas", a pesar de amar sus enemigos.

 

El filósofo Roger-Pol Droit, en su libro Tolerancia, observa que la intolerancia no puede ser tolerada: "cuanto más intolerancias y fanatismos se manifiesten, más intolerante es preciso ser con sus manifestaciones y expresiones". ¡Estoy de acuerdo! Soy intolerante al belicismo. No puedo tolerar que un tirador entre en una escuela y quitar la vida de varios niños. Los defensores de las armas dirán: "no es el arma que mata, pero es quien tira del gatillo". Así como el Dalai Lama pienso: Es más importante, en lugar de esperar por los políticos, que cada vez más personas se posicionen contra el armamento. Según él, la compasión puede ser practicada y "el prerrequisito para el desarme externo es desarmarse internamente de la rabia, del prejuicio y de la intolerancia".

 

En el Libro ¿Por qué la Ética es más importante que la Religión? Dalai Lama hace un llamado a los que cultivan el odio y la guerra Pide que el corazón esté abierto a la comprensión, la cooperación y la tolerancia: "no se armen, se desarmen!", Dice: "Mis amigos musulmanes me dicen que los musulmanes violentos no son musulmanes de verdad. Las armas no pueden crear paz verdadera en ninguna parte del mundo. Me parece difícil aceptar las guerras en nombre de la religión, tampoco puedo entender por qué Alemania y Francia están entre los mayores exportadores de armas del mundo. Las armas llevan a asesinatos ya homicidios. Sin armas, las guerras no podrían suceder ".

 

Nuestros niños necesitan ser educados para el diálogo y la compasión, son valores fundamentales para la resolución de los conflictos. Leandro Karnal escribió: "Para romper la cadena del odio, la primera tarea es dejar de enseñarle a los niños. Interrumpir ese flujo de odio exige interrumpir la educación del odio.

 

El diálogo y la compasión son esenciales para el cultivo de la tolerancia intolerante. Para Dalai Lama debemos dialogar en torno a la "violencia que rechazamos, del mal que negamos ... y, a pesar de las convicciones y opiniones, rechazar juntos los enfrentamientos y las matanzas". El otro tiene su visión de mundo y, aunque sea insoportable, forma parte de nuestra humanidad y debe ser considerado. No quiero decir que tenga que aceptar la intolerancia del otro o deba agradarle a toda costa, pero saber de sus derechos de libertad y pensamiento. Un judío, musulmán o budista no necesita convertirse al cristianismo para que haya tolerancia y diálogo. Cuanto más auténticos sean en su creencia mejor. Lo importante es la voluntad de tolerar y dialogar. Roger-Pol Droit escribió: "La tolerancia no tiene que ver con superhéroes. Es una creación muy simple y, al mismo tiempo, Siempre incierta. Ella se construye poco a poco, y necesitamos siempre recomenzar. Así como la vida".

 

Imagen: https://informe21.com/actualidad/por-que-se-celebra-el-dia-internacional-de-la-tolerancia 

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