La profundidad de un pensamiento

25 de Abril de 2019

[Por: Juan Manuel Hurtado López]




En días pasados visitamos el Museo” jTatic Samuel” en San Cristóbal de Las Casas. Ahí nos presentaron un video que resume una larga entrevista que le hizo Jorge Santiago a Don Samuel en septiembre de 19961. Lo menos que puedo decir es que me impactó profundamente.

 

Lo primero que impresiona es la claridad y profundidad con las que Don Samuel aborda las diferentes problemáticas y temas de la actualidad: la guerra, el diálogo, el análisis de la realidad, el profetismo, el testimonio, la relación fe y política, la salvación y el Reino de Dios. Pero el hilo conductor de toda la entrevista es la profecía, el compromiso con la realidad.

 

Don Samuel aborda los temas, pero, podríamos decir, no de manera tradicional. Es decir, no recurre a los catecismos, citas puntuales del magisterio de la Iglesia o de la Sagrada Escritura, sino que en cada momento va actualizando su palabra, la hace renacer con nueva fuerza desde su experiencia de pastor que acompaña al pueblo. De tal manera que, tanto los textos de la Escritura como su propia palabra, al nacer filtrados desde la realidad o desde el compromiso con las comunidades, adquieren nuevas connotaciones, nuevos acentos.

 

Y es entonces una palabra que tiene alcances no sólo para las propias comunidades de la diócesis de San Cristóbal, sino que muchos otros creyentes y aún no creyentes o provenientes de otras religiones se sienten interpelados por su palabra. Esto aconteció en su momento en un encuentro con los monjes budistas que vinieron a San Cristóbal o en los diálogos de paz cuando la guerra entre los zapatistas y el Gobierno Mexicano en 1994 o en otras circunstancias.

 

La profundidad del pensamiento de Don Samuel brota de su esfuerzo por entender lo que acontece, pero no sólo ayudándose del análisis de la realidad -que es necesario-, sino  tratando de desentrañar hasta lo más profundo lo que quiere Dios con esa realidad, con ese pedazo de historia que acontece, por muy contradictoria o convulsa que aparezca. Don Samuel busca en todo momento deshilvanar los pequeños hilos por medio de los cuales va aconteciendo el Reino de Dios, de tal manera que no se queda con la situación o acontecimiento feliz o doloroso que tiene en sus manos, sino que tan sólo los mira como indicadores de la voluntad de Dios para ese preciso momento.

 

Una pocas palabras de Don Samuel nos lo pueden ejemplificar. Preguntado sobre el sentido de la libertad, Don Samuel contestó: “….Cuando se dice la verdad también hay un empeño de la propia persona, porque si tú dices algo que tiene dimensión concreta, ya no puedes vivir en la verdad simplemente pensando que los demás son los que van a ejecutar lo que tú piensas, sino que tú estás implicándote en el propio pronunciamiento de una verdad y entonces tienes que proyectarte en una forma congruente…esto te da una gran libertad. Esto no depende de si te van a premiar o  no dentro de las estructuras donde vivo, sino que es una respuesta final y definitiva que se tiene que dar ante el Señor…”

 

Otra cosa de admirar en la entrevista es que Don Samuel nunca se deja encajonar por la pregunta. Si bien la toma en cuenta, su respuesta siempre brota desde lo profundo de aquellas aguas del Espíritu en las que siempre vivió, de tal manera que su respuesta fue mucho más delante de aquello a lo que apuntaba la pregunta.

 

Y en medio de todo, Don Samuel muestra su gran humildad y que fue un hombre de comunidad, del “nosotros”. Aún ante preguntas que lo tocaban personalmente como atentados o difamaciones, Don Samuel busca la respuesta pero desde el proceso que se desató en la diócesis a partir del Concilio Vaticano II. Fue en respuesta a esta iluminación y a los grandes problemas que se vivían en esta diócesis empobrecida, sobre todo con el Congreso indígena de 1974 en el que se abordaron tierra, comercio educación y salud, donde se fue buscando una respuesta articulada. Jamás aparece el “yo hice”, “yo propuse”, sino que siempre sobresale el “buscamos caminos de fidelidad al Evangelio y al Reino”. Lo mismo dígase de la opción por los pobres.

 

Lo más importante es el sujeto histórico que va emergiendo con los pueblos originarios y la encarnación de la Iglesia en ellos para, desde ahí, implantar el Reino de Dios.

 

Termino con unas palabras que  Jorge Santiago, el entrevistador, pone al final del libro que recoge la entrevista: “Es un recorrido espiritual que se presenta como un drama de la fe, jugándose en la confrontación con un conjunto de actores sociales, políticos y religiosos. Es un testimonio profético en una síntesis de la que pueden desprenderse líneas de pensamiento que ayuden a una acción evangelizadora dentro de los conflictos”2.

 

Notas

 

1 La búsqueda de la libertad, Entrevista realizada en septiembre de 1966 a Mons. Samuel Ruíz García por Jorge Santiago Santiago. Primera Edición 1999.

 2 Ibídem, Pág. 71

 

 

Imagen: https://www.animalpolitico.com/2016/02/por-que-samuel-ruiz-merece-un-homenaje-del-papa-francisco/ 

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