[Por: Tere y Luis Van de Velde]

(…) Las críticas a la respuesta del Cardenal a la invitación para facilitar un encuentro entre la asamblea y el gobierno, muestran nuevamente cuán fácil (y a la vez absurdo) es querer que representantes y autoridades de la Iglesia apoyen a mi posición política, ideológica.  Antes de opinar es necesario averiguar bien de qué se trata.  El mismo Cardenal lo ha dejado bien claro: ha sido invitado para facilitar un encuentro entre el ejecutivo y la asamblea, y en vista, de que no se reunieron las dos partes, no se hizo nada, no se habló de nada.  El solo se hizo presente, esperó muchas horas y se fue.   Aportar en la facilitación de poderes en conflicto, puede ser y debe ser una responsabilidad cristiana, en búsqueda de justicia y de paz.  El Cardenal ha jugado un papel semejante en varios de los encuentros entre el poder ejecutivo y la comandancia de la guerrilla durante la guerra…

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