TEMA 7. Ecofeminismo: desnudar la imagen de Dios

24 de Setiembre de 2020
[Equipo de la Escuelita]

1. El grito de una ‘curadora del mundo’

“Que no sea que se les acabe esto, porque mañana, pasado, ellos dirán: ¿Qué hiciste abuelo, papá, para proteger la madre tierra? ¿Qué hiciste?" Victoria Patishtan habla con autoridad. Levanta las palmas al cielo. Lanza una pregunta que parece, más bien, un grito. Llora, se seca las lágrimas y nunca deja de hablar. Nunca deja de mirar de frente. Grita por los pueblos indios hoy, desde Chiapas al mundo. Grita desde su práctica ancestral de curar con plantas y cuidar la casa común para propios y extraños, presentes y venideros. Desde un rincón de Chiapas, una mujer, en comunidad, sigue curando el mundo.

2. Mover el piso: el cuestionamiento radical desde dentro

 

“Puedo explicar algo de lo que es el ecofeminismo a partir del video de la Señora Victoria. En él hay elementos del ecofeminismo, aunque ella no ha utilizado esta palabra. La reflexión ecofeminista es un aporte que surgió especialmente en los años 1970 y subrayaba la responsabilidad de las mujeres de luchar por sus derechos sociales y por el respeto a la vida de la naturaleza o sea de todo el planeta. Es una reflexión amplia que toca la sociología, la filosofía y la teología. Así que hoy hablamos también de una teología ecofeminista donde se subraya la dignidad de las mujeres y de la Tierra”

 

Esas letras son de Ivone Gebara, mujer y monja brasilera, que denuncia apasionadamente el patriarcado y el extractivismo, dentro y fuera de la iglesia. Lo hace en el video y en el texto que adjuntamos más abajo para su lectura. Su voz potente viene a movernos el piso. ¡Que tiemble!

 

3. Deconstruir mandatos en comunidad

 

Una bella canción de Teresa Parodi, cantora popular argentina afirma que ‘en el medio de todo lo que nos pasa, damos señales de vida por si hace falta. Humilde por saberse grano de arena, pero atrevida al sentirse irremplazable se pregunta ¿Quién no espera señales de vez en cuando para darse coraje y seguir andando?’. 

 

¿Cuál es la voluntad fundamental de este proyecto de articulación continental sino ser una bendita señal de vida? En medio de un tiempo de fragilidad y desconcierto, de distanciamiento, de sobre (des)conexión y temor,  Bendita Mezcla se atreve a estar de pie y sostener la mirada. Para que todo aquel que pase, nos vea. Para que si necesitan una mano, la tengan. Tenemos más preguntas que respuestas, pero aquí estamos, tratando de recuperar los rituales básicos de los gestos de amor, del calor del fuego, de la alegría de una canción. De la escucha atenta, de la magia de un cuento, de la potencia de un crayón.

 

En estos días pasados, la escuelita se atrevió a navegar los mares profundos de la teodicea. En medio de todo lo que nos pasa, nos atrevimos a contemplar el sufrimiento humano y la  voluntad de Dios. Desde el anonimato total de una vida perdida entre los valles de Tarija -que bien podría haber sido elegida por Jesús para explicar los misterios del Reino -  Ivar nos enseñó, no tanto a tener respuesta, como sí a permanecer ‘con fe de Espíritu’ ante la pregunta. Rodeado de palabras necias que lo alientan a sentir culpa o a abandonar la lucha por recuperar la vista de su compañera, nuestro Job Chapaco sentencia: - Yo seré fiel a Dios y atenderé a mi compañera hasta que Él nos separe hasta  que nos decida el ultimo día, en la ultima hora. Entonces, Dios nos verá.

 

Inspirados en este compañero campesino, y de la mano de la Joven Theresa Denger, teóloga alemana-salvadoreña, las comunidades de aprendizaje nos atrevimos a pensar el problema del sufrimiento humano en medio de la pandemia. Tratando de no perdernos en las interpretaciones   sobre el origen del Covid su posible trasfondo, quisimos ir a lo esencial,  atreviéndonos a poner ‘foco creyente’ en el sufrimiento que esto (nos) ha traído a las inmensas mayorías. Hermoso fue ver el resultado de tremendo proceso, traducido a estilo historieta y graficado a modo crayón (‘para muestra un botón’, pueden ver la foto que acompaña este post).

 

Nos toca ahora dar un paso en la formación manteniendo preguntas fundamentales. Tremendo desafío en este caso, quizás el más grande y atrevido de todo nuestro itinerario: deconstruir ideas fundamentales de Dios; más todavía, desnudarlas.  Para comprender las causas que llevaron a vestir a Dios, Victoria Patishtan nos pone delante de su consecuencia fundamental: la destrucción del sistema- tierra. Con lágrimas en los ojos por la destrucción de los humedales que la acompañaron desde su nacimiento, nos alerta de lo evidente: si seguimos viendo nada más ‘nuestra propia conveniencia y no el de la comunidad, sino nos organizamos comenzando desde lo pequeño’  entonces no habrá vida posible para las generaciones venideras. Para animarnos en la lucha Victoria nos recuerda que todavía nos queda ‘el corazón que Dios nos dio’.

 

No se puede separar el proceso de dominación sobre la madre sin entender la complejidad de su trasfondo que también es teológico. Para eso, Ivone   Gebara nos lleva de las consecuencias las causas: parte del grito de Victoria, para identificar dos de las grandes bestias de nuestro tiempo. Patriarcado y extractivismo, se cruzan en su relato, aparecen y desaparecen, son des-velados dentro y fuera de la Iglesia.  Ivone representa en América Latina, un punto de encuentro muy profundo entre el movimiento de mujeres, las luchas ambientales y el cristianismo liberador. 

 

Un renglón a parte para la enorme violencia simbólica que significa un Dios-hombre dentro de los cuerpos, de mujeres y hombres. Desnudar la imagen de Dios, será viajar al corazón mismo que lo vistió de varón y de blanco, para empezar a desarmar aquella lógica grabada a fuego: ‘Si Dios es hombre, entonces, el hombre es Dios’.  La violencia simbólica, entonces, termina siendo física, religiosamente legitimada, y se cobra vidas. 

 

Con esos dolores convertidos en cuestionamientos profundos, trabajaremos en re-construir ‘las tablas de los mandatos’ de masculinidad y feminidad, en círculos de hombres y mujeres. Luego en el dialogo inter, que caracteriza a la escuela, dejaremos que la diversidad y los cuestionamientos asuman alguna de las exigencias de este tiempo, para deconstruir esos mandatos de muerte. 

Con compañeras como Victoria e Ivone, tenemos rumbo y potencia para cambiar todo lo que deba ser cambiando.

 

Coordinación de la Escuelita de comunidad ‘Bendita Mezcla’

 

 

Pd: Se adjunta el canto ‘Vivir con valor’ de Jodorowsky feat. Natalia Lafourcade, interpretada por varixs tutorxs de la escuelita. 

 

Audio

debugger
0
0

CONTACTO

©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.