La Amazonía: Bien Común de la Tierra y de la humanidad

06 de Setiembre de 2019

[Leonardo Boff | Texto en español y portugués]




Los recientes incendios de la Amazonia brasilera y boliviana pusieron de manifiesto la importancia del bioma amazónico para el equilibrio y, eventualmente, para el futuro de la vida. El descuido con el que el presidente de Brasil trató la cuestión ambiental, negando los datos científicos más serios y las amenazas a las reservas indígenas, aumentándolo además con el desmantelamiento realizado por el ministro del Medio Ambiente de los principales organismos de protección de la selva y de las tierras indígenas y de la vigilancia del avance descontrolado del agronegocio sobre el bosque virgen, mostraron la gravedad de la situación.

 

Según algunos especialistas internacionales, la Amazonia es la segunda área más vulnerable del planeta en relación al cambio climático provocado por los seres humanos. El propio Papa Francisco advirtió «que el futuro de la humanidad y de la Tierra está vinculado al futuro de la Amazonia; por primera vez, se manifiesta con tanta claridad que desafíos, conflictos y oportunidades emergentes en un territorio, son la expresión dramática del momento que atraviesa la supervivencia del planeta Tierra y la convivencia de toda la humanidad». Son palabras graves, menospreciadas por las grandes corporaciones depredadoras, porque se darían cuenta de que deberían cambiar de modo de producción, de consumo y de descarte. Pero prefieren el lucro a la salvaguarda de la vida humana y terrenal.

 

No sin razón, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo Panamazónico para octubre del presente año cuyo tema es: Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Se trata de la aplicación de su encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común” para evitar una catástrofe socioecológica mundial. No se trata de una ecología ambiental y verde sino de una ecología integral, que envuelve el ambiente, la sociedad, la política, la economía, lo cotidiano y la dimensión espiritual.

 

Veamos algunos datos generales sobre el bioma amazónico: cubre una extensión de 8.129.057 Km2 en nueve países: Brasil (67%), Perú (13%), Bolivia (11%), Colombia (6%), Ecuador (2%), Venezuela (1%), Surinam, Guyana y Guyana francesa (0,15). Viven allí 37.731.569 habitantes, 2,8 millones de los cuales son indígenas de 390 pueblos diferentes, que hablan 240 idiomas, de la rica matriz de 49 ramas lingüísticas, un fenómeno inigualable en la historia de la lingüística mundial.

 

Existen tres ríos amazónicos: el visible de la superficie; el aéreo, los llamados “ríos volantes” (cada copa de árbol con 20 metros de extensión produce 1000 litros de humedad que va a traer lluvias para el cerrado, para el sur hasta el norte de Argentina); el tercero, invisible, es el río “rez do chão” (no confundir con el sitio turístico Rez do Chão), un río subterráneo que corre debajo del actual Amazonas.

Todo el bioma amazónico es un Bien Común de la Tierra y de la humanidad. En la visión de los astronautas eso es evidente: desde la Luna o desde sus naves espaciales, Tierra y Humanidad forman una única entidad. El ser humano es aquella porción de la Tierra que comenzó a sentir, a pensar, a amar y a cuidar. Somos Tierra, como enfatiza el Papa y la propia Biblia.

 

Ahora, en la fase planetaria, todos nos encontramos en una misma y única Casa Común. El tiempo de las naciones está pasando; ahora es el tiempo de la Tierra y tenemos que organizarnos para garantizar los medios que sustentarán nuestra vida y la de la naturaleza. Nadie es dueño de la Tierra. Ella es nuestro mayor Bien Común. Todos tienen derecho a estar en ella. Como la Amazonia es parte de la Tierra, nadie puede considerar solo suyo lo que es un Bien de todos y para todos. Brasil, a lo máximo, posee la administración de la parte brasilera (67%) y lo está haciendo de forma irresponsable. De ahí la preocupación general.

 

Actualmente el bioma amazónico es objeto de la codicia mundial por causa de sus riquezas. Se está usando mucha violencia. Desde mediados de los años 1980 ha habido en la Amazonia brasilera más de 12 mártires, indígenas, laicos y religiosos; en Ecuador 6, en Perú 2 y en Colombia innumerables.

 

Los G 7 reunidos en agosto en Biarritz, se dieron cuenta de la importancia del bioma amazónico para el equilibrio de los climas y de la propia Tierra. Sospecho que la ven convencionalmente todavía, como un baúl de recursos para sus proyectos económicos. Sospecho que no han incorporado la visión de la nueva ecología que entiende la Tierra como un superorganismo vivo y nosotros parte de él y no sus señores. Si la Amazonia fuese completamente abatida, todo el sur de Brasil hasta el norte de Argentina y de Uruguay se transformaría en un desierto. De ahí la importancia vital de ese bioma multinacional.

 

La irresponsabilidad de Bolsonaro es de tal monta que juristas mundiales planean acusarlo de ecocidio, crimen reconocido por la ONU en 2006 y llevarlo al tribunal de los crímenes contra la humanidad. Termino con palabras de un indígena yanomami Miguel Xapuri Ianomâmi:

 

“Ustedes tienen Dios, nosotros tenemos Omama. Ella creó la vida, creó a los yanomamis, permite todo lo que sucede. Nosotros nos comunicamos con ella permanentemente”. ¿Quién en el mundo secularizado hablaría de corazón de esta forma?

 

*Leonardo Boff es ecoteólogo, filósofo y escritor.

Traducción de Mª José Gavito Milano

 

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A Amazônia: Bem Comum da Terra e da Humanidade

 

Os recentes incêndios da Amazônia brasileira e boliviana trouxeram à baila a importância do  bioma amazônico para o equilíbrio e, eventualmente, para o futuro da vida. Os descaso com que o presidente do Brasil tratou a questão ambiental, negando os dados científicos mais sérios e as ameaças às reservas indígenas, acrescido ainda o desmonte feito pelo ministro do Meio Ambiente dos principais organismos de proteção da floresta e das terras indígenas e da vigilância do avanço descontrolado do agronegócio sobre a mata virgem, mostraram a gravidade da situação.

 

Segundo alguns especialistas internacionais, a Amazônia é a segunda área mais vulnerável do planeta em relação à mudança climática provocada pelos seres humanos. O próprio Papa Francisco advertiu “que o futuro da humanidade e da Terra está vinculado ao futuro da Amazônia; pela primeira vez, se manifesta com tanta claridade que desafios, conflitos e oportunidades emergentes em um território, são a expressão dramática do momento que atravessa a sobrevivência do planeta Terra e a convivência de toda a humanidade”. São palavras graves, menosprezadas pelas grandes corporações depredadoras, porque se dariam conta de que deveriam trocar de modo de produção, de consumo e de descarte. Mas preferem o lucro que a salvaguarda da vida humana e terrenal.

 

Não sem razão, o Papa Francisco convocou um Sínodo Panamazônico para outubro do corrente ano cujo tema é:”Amazônia:novos caminhos para a Igreja e para uma ecologia integral”. Trata-se de uma aplicação de sua encíclica “sobre o cuidado da Casa Comum” para evitar uma catástrofe socioecológica mundial. Não se trata de uma ecologia ambiental e verde mas de uma ecologia integral, que envolve o ambiente, a sociedade, a política, a economia, o cotidiano e a dimensão espiritual.

 

Eis alguns dados gerais sobre o bioma amazônico: cobre uma extensão de 8.129.057 Km2 com nove países: Brasil (67%), Peru (13%), Bolívia (11%), Colômbia (6%), Equador (2%), Venezuela(1%), Suriname,Guiana e Guiana francesa (0,15). Vivem aí 37.731.569 habitantes, sendo que 2,8 milhões são indígenas de 390 povos distintos falando 240 idiomas, da rica matriz de 49 ramos linguísticos, um fenômeno inigualável na história da linguística mundial.

 

Existem três rios amazônicos: o visível, da superfície, o aéreo, os chamados “rios volantes”(cada copa de árvore com 20 metros de extensão produz 1000 litros de umidade que vão trazer chuvas para o cerrado, para o sul, até o norte da Argentina); o terceiro invisível é o rio “rez do chão”(não confundir com o lugarejo turístico Rez do Chão), um rio subterrâneo que corre debaixo do atual Amazonas.

 

Todo o bioma amazônico constitui um Bem Comum da Terra e da Humanidade.Na visão dos astronautas isso é evidente: da Lua ou de suas naves espaciais, Terra e Humanidade formam uma única entidade. O ser humano é aquela porção da Terra que começou a sentir, pensar, amar e cuidar. Somos Terra, como enfatiza o Papa e a própria Bíblia.

 

Agora, na fase planetária, todos nos encontramos numa mesma e única Casa Comum. O tempo das nações está passando; agora é o tempo da Terra e temos que nos organizar para garantir os meios que sustentarão a nossa vida e a da natureza. Ninguém é dono da Terra. Ela é o nosso maior Bem Comum. Todos têm direito de estar nela. Como a Amazônia é parte da Terra, ninguém pode  considerar só seu o que é um Bem de todos e para todos. O Brasil, no máximo, possui a administração da parte brasileira (67%) e o faz de forma irresponsável.Daí a preocupação geral.

 

Atualmente o bioma amazônico é objeto da cobiça mundial por causa de suas riquezas. Usa-se muita violência. Há na Amazônia brasileira,a partir dos meados dos anos 1980 mais de 12 mártires, indígenas, leigos e religiosos; no Equador 6, no Peru 2 e na Colômbia inumeráveis.

 

Os G 7 reundos em Biaritz em agosto, se deram conta da importância do bioma amazônico para o equilíbrio dos climas e da própria Terra. Suspeito que a veem convencionalmente ainda como um baú de recursos para seus projetos econômicos. Suspeito que não incorporaram a visão da nova ecologia que entende a Terra como um super-orgnismo vivo e nós parte dele e não seus senhores.. Caso a Amazônia fosse totalmente abatida, todo o sul do Brasil até o norte da Argentina e do Uruguai se transformariam num deserto. Daí a vital importância desse bioma multinacional.

 

A irresponsabilidade de Bolsonaro é de tal monta que juristas mundiais cogitam acusá-lo de ecocídio, crime reconhecido pela ONU em 2006 e levá-lo ao tribunal dos crimes contra a humanidade. Termino com palavras de um indígena ianomâmi Miguel Xapuri Ianomâmi:

 

“Vocês têm Deus, nós temos Omama. Ela criou a vida, criou os ianomâmis, permite tudo o que acontece. Nós nos comunicamos com ela permanentemente”. Quem do mundo secularalizado falaria de coração desta forma?

 

Leonardo Boff é eco-teólogo, filósofo e escritor.

 

 

Imagen: http://infobosques.com/portal/noticias-y-eventos/amazonia-peruana-perdio-casi-2-millones-de-hectareas-de-bosques-en-15-anos/ 

 

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