24 de Julio de 2020
[CEPAM]
La realidad nos ha demostrado que los peligros del COVID-19 no son razón suficiente para detener la movilidad humana forzada; aunque migrantes, refugiados y desplazados internos ven agravada su difícil situación por la aparición de este nuevo enemigo invisible e imbatible, la incertidumbre, la inseguridad y el hambre, son más fuertes que el temor al contagio. En palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, estas personas, encaran una crisis sanitaria, porque a menudo están en condiciones de hacinamiento en las que el distanciamiento social resulta un lujo imposible, y en las que con frecuencia es difícil acceder a servicios básicos, como los de atención de la salud, agua, saneamiento y nutrición…
Descargue la revista.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.