04 de Agosto de 2020
[Por: Eduardo de la Serna]
Antes de empezar este escrito, quiero dejar claro desde donde lo hago. Mi objetividad en este tema es nula. Hasta hace poco yo afirmaba que había dos personas que me conmocionaban hasta la médula. Una, negativamente: Videla. Solo ver una foto, solo recordarlo y se me revolvían las tripas de asco, de bronca. Revulsión total. La otra, positivamente: Evita. Solo verla, escucharla y me conmocionaba totalmente. Las tripas, ahora, saltaban de emoción y fiesta. Digo que “hasta hace poco” porque después hubo macrismo, y debo añadir a unos cuantos a la lista del desagrado. Pero hoy, esto no es el caso. El tema es Evita (+ 26 de julio 1952)…
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