[Por: Tere y Luis Van de Velde]

(…) A lo largo de la historia de la Iglesia, cada división, cada separación ha provocado que ambas partes se adueñan de la verdad acusando y condenando a la otra de ser traidora del Evangelio.  Se dio entre las iglesias ortodoxas y católicas, entre la iglesia romana y las iglesias de la Reforma, y sigue dándose en la separación de cada vez más iglesias evangélicas que parecen dividirse como células biológicas.  Pero cada parte siempre pretende convencer a sus feligreses de ser “la verdadera iglesia de Jesucristo” acusando la otra de ser la gran bestia apocalíptica, traidora, engañadora… Que la salvación divina solamente pasa por esta parte de la iglesia y jamás por la(s) otras(s)…

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