02 de Marzo de 2021
[Por: Eduardo de la Serna]
Hace varios años, estábamos con la comunidad en una procesión. Había llovido. Y yo, bromeando, le dije a la gente: “si el cura se resbala y se cae, antes de ayudarlo, pueden reírse, porque si ustedes se resbalan y caen, yo me voy a reír antes de ayudarlos”. Es frecuente que a muchos les cause risa ver a uno que cae. Esto, que no habla demasiado bien de la condición humana (o de algunos, para ser precisos), se potencia en política. No son pocos los que celebran, festejan, alargan y agrandan la caída del otro, especialmente si es un adversario político, especialmente cuando es tratado de enemigo. Tiene aristas comprensibles, no puede negarse, pero en muchas ocasiones, habla más de la bajeza del burlador que de la torpeza del burlado...
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