[Por: Carina Furlotti]

Hay preguntas que pueden desencadenar procesos que lo cambian todo, si las dejamos movilizar desde dentro aquello que puede parecer inamovible, o sabido, o sin salida ni solución. Como le pasó a este maestro de la ley del evangelio de hoy, que probablemente no imaginó que Jesús le daría vuelta su pregunta sobre quién es mi prójimo, para plantearle el hacerse prójimo. Esta nueva perspectiva en la pregunta lo cambia todo: no son los otros los que entran o no en mi radar de cariño, atención, servicio, -mis prójimos según determinadas condiciones-, sino cada uno, cada una de nosotros provocados a vivir en clave de projimidad, de proximidad, con todos, sin excepción…

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