[Por: Eduardo de la Serna]
Fiel a su costumbre de citar otros autores sin referir a ellos – lo que se llama normalmente plagio – Javier Milei, en su casi homilía evangélica mezcló harina con pan rallado. Repitiendo a “Berthie” Benegas Lynch, hijo del prócer, según su delirio, señaló que toda referencia a la justicia social viola los mandamientos bíblicos 7° y 10° (en su versión catequística: “no robar” y “no codiciar los bienes ajenos”), es decir, los que según su desleal no saber ni entender atentan contra la propiedad privada…
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