[Por: Ilka Oliva-Corado]
Está en el estanque lavando la ropa de toda la familia desde las cuatro de la madrugada, algunas llegaron desde las tres, cada una acompañada con un candil para alumbrarse un poco en la gran oscurana en medio de la arboleda de la aldea. De dicha tienen una galera que las cubre un poco cuando llueve sin viento, pero cuando son tormentas no hay dónde refugiarse y lavan recibiendo el aguacero, terminan con la ropa empapada que va escurriendo mientras caminan de regreso hacia sus casas…
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