[Por: Javier Pereira Bruno]
Tengo el recuerdo de que fue en el invierno noruego de 2005. Por aquel entonces íbamos relativamente seguido con mi familia a Noruega a visitar a Elin, la abuela materna de mis hijos mayores que vivía en Hjerkkin. Se trataba de un pueblito de no más de 17 casas, casi todas ellas de madera, ubicado en la montaña noruega sobre la ruta E6 que va camino a Trondheim. En Hjerkkin, Elin había comprado una vieja escuela como lugar para criar y entrenar perros setter irlandeses, una raza ideal para la caza de perdices en las montañas, una actividad bastante popular entre los noruegos…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.