[Por: Lucía Sepúlveda Ruiz]
“La quemaron”, dijo Juan Carlos Morstadt a su padre, por teléfono, refiriéndose a Julia Chuñil Catricura, la dirigenta mapuche desaparecida desde el territorio ancestral en disputa en Los Laureles, comuna de Máfil, Región de Los Ríos. La cruda revelación de la intercepción telefónica autorizada, la hicieron hoy en Santiago en CODEPU las abogadas defensoras de la familia, Male Santana y Karina Riquelme. A ellas y a Carmen Caifil, la Fiscalía les cerró hace diez días todo acceso al caso, anulando su acreditación y dejando sin respuesta sus insistentes reclamos hasta ahora. Quedaron al margen de toda información, lo cual denunciaron como un grave incumplimiento de las medidas cautelares de la CIDH. Junto al equipo jurídico estaban Pablo San Martín, hijo mayor de Julia y Juana Aguilera, de la Comisión Ética Contra la Tortura y Rodrigo Bustos, de Amnistía Internacional, quien reiteró la necesidad de cuidar el debido proceso y asegurar el acceso a la justicia. La familia ha recibido a este día 30 de septiembre el decidido apoyo y solidaridad del espacio Día a Día por Julia Chuñil y de todos los colectivos que en las calles y a lo largo de Chile han estado interrogando al Estado Dónde Está Julia Chuñil, al tiempo de exigir verdad y justicia, y castigo a los responsables de su desaparición...
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