14 de Febrero de 2014
Dolores Aleixandre
No confundir con “apetito ordinario” ni asociarlo sólo con temas gastronómicos. Estoy citando nada menos que a San Juan de la Cruz cuando dice en la Subida al Monte Carmelo: “Lo primero, traiga un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida”. (I, Cap. 13,3). Así lo suelta, sin más contemplaciones, dejándonos con la inquietud de qué será eso del “apetito” y qué le añade lo de ser “ordinario”.
Dolores Aleixandre
No confundir con “apetito ordinario” ni asociarlo sólo con temas gastronómicos. Estoy citando nada menos que a San Juan de la Cruz cuando dice en la Subida al Monte Carmelo: “Lo primero, traiga un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida”. (I, Cap. 13,3). Así lo suelta, sin más contemplaciones, dejándonos con la inquietud de qué será eso del “apetito” y qué le añade lo de ser “ordinario”.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.