13 de Junio de 2014
(Faustino Vilabrille) 1.- Disgusto del Papa. El Papa Francisco se sintió molesto y ordenó investigar el costoso bufé al que asistieron 150 políticos, empresarios y periodistas que se celebró en la azotea de la prefectura vaticana de Asuntos Económicos durante la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II el pasado 27 de abril, cuyo costó se elevó a 18.000 €, entre los que estaba el presidente del banco vaticano, el IOR, Ernst von Freyberg.
Pues bien, esta azotea está muy alta: aquí no estaba el Espíritu Santo. En todo caso estaría entre los 500.000 personas que aguantaron horas de pie abajo en la plaza de San Pedro, porque al E. Santo no le gusta volar alto, sino bajo y con los de abajo.
(Faustino Vilabrille) 1.- Disgusto del Papa. El Papa Francisco se sintió molesto y ordenó investigar el costoso bufé al que asistieron 150 políticos, empresarios y periodistas que se celebró en la azotea de la prefectura vaticana de Asuntos Económicos durante la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II el pasado 27 de abril, cuyo costó se elevó a 18.000 €, entre los que estaba el presidente del banco vaticano, el IOR, Ernst von Freyberg.
Pues bien, esta azotea está muy alta: aquí no estaba el Espíritu Santo. En todo caso estaría entre los 500.000 personas que aguantaron horas de pie abajo en la plaza de San Pedro, porque al E. Santo no le gusta volar alto, sino bajo y con los de abajo.
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