17 de Octubre de 2014
PATRICIA PAZ, ECLESALIA, - Quizás no haya peor consejero que el miedo. Cuando tenemos miedo nos cerramos, nos rigidizamos y en general actuamos de manera equivocada. Atrás de muchos actos de violencia está escondido el miedo. Definitivamente lo está en toda discriminación, y en todos los integrismos. Lo nuevo, lo diferente asusta cuando no tenemos la capacidad de abrir nuestra cabeza y sobre todo nuestro corazón a lo que se presenta. Una de las cosas que más repite Jesús en el Evangelio es justamente: “No teman”. El Espíritu en Pentecostés derrumba las paredes del miedo y lanza a los discípulos a proclamar el Evangelio a todos, sacándolos del aislamiento en el que se habían escondido después de la muerte de Jesús. Seguramente tenían mucho miedo, ¡y no era para menos! Pero se dejaron transformar, y, gracias a eso, el mensaje llegó hasta los “confines de la tierra”.
PATRICIA PAZ, ECLESALIA, - Quizás no haya peor consejero que el miedo. Cuando tenemos miedo nos cerramos, nos rigidizamos y en general actuamos de manera equivocada. Atrás de muchos actos de violencia está escondido el miedo. Definitivamente lo está en toda discriminación, y en todos los integrismos. Lo nuevo, lo diferente asusta cuando no tenemos la capacidad de abrir nuestra cabeza y sobre todo nuestro corazón a lo que se presenta. Una de las cosas que más repite Jesús en el Evangelio es justamente: “No teman”. El Espíritu en Pentecostés derrumba las paredes del miedo y lanza a los discípulos a proclamar el Evangelio a todos, sacándolos del aislamiento en el que se habían escondido después de la muerte de Jesús. Seguramente tenían mucho miedo, ¡y no era para menos! Pero se dejaron transformar, y, gracias a eso, el mensaje llegó hasta los “confines de la tierra”.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.