03 de Noviembre de 2014
Eduardo de la Serna
Como de tantos y tantas que, sin embargo, recordamos al hacer memoria, de Pancho Soares sabía poco. Sabía que había sido asesinado poco antes de empezar el genocidio de la dictadura cívico-militar, sabía que era cura en la zona de Tigre, más precisamente Carupá, y poco más.
Hace tiempo conocí y compartimos muchas cosas con Miguel Calvo, que fuera párroco en la parroquia donde Pancho había estado, y actualmente es párroco mi amigo Jorge, con lo cual más o menos, algo sabía y no me era indiferente. Sabía también que Jorge habló con León Gieco sobre los 40 años de su asesinato que se cumplirán el 13 de febrero de 2016 a lo que León le dijo: “¡tenemos que hacer algo!”
Cuando hace pocos días Jorge me dijo que se presentaría un libro sobre Pancho, con dudas, lo reconozco, fuimos. El libro fue presentado por los obispos Jorge Casaretto, emérito de San Isidro y Oscar Ojea, actual titular de la diócesis. Luego habló el autor, el pbro. Pedro Oeyen. No comentaré esta presentación. No lo merece. Hasta creo que Pancho no la merecía. Pero quisiera destacar algunas cosas que me llaman la atención del libro.
(Ver artículo completo)
Como de tantos y tantas que, sin embargo, recordamos al hacer memoria, de Pancho Soares sabía poco. Sabía que había sido asesinado poco antes de empezar el genocidio de la dictadura cívico-militar, sabía que era cura en la zona de Tigre, más precisamente Carupá, y poco más.
Hace tiempo conocí y compartimos muchas cosas con Miguel Calvo, que fuera párroco en la parroquia donde Pancho había estado, y actualmente es párroco mi amigo Jorge, con lo cual más o menos, algo sabía y no me era indiferente. Sabía también que Jorge habló con León Gieco sobre los 40 años de su asesinato que se cumplirán el 13 de febrero de 2016 a lo que León le dijo: “¡tenemos que hacer algo!”
Cuando hace pocos días Jorge me dijo que se presentaría un libro sobre Pancho, con dudas, lo reconozco, fuimos. El libro fue presentado por los obispos Jorge Casaretto, emérito de San Isidro y Oscar Ojea, actual titular de la diócesis. Luego habló el autor, el pbro. Pedro Oeyen. No comentaré esta presentación. No lo merece. Hasta creo que Pancho no la merecía. Pero quisiera destacar algunas cosas que me llaman la atención del libro.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.