03 de Setiembre de 2015
(José Mª Castillo) El problema de los divorciados vueltos a casar, que tanto está dando que hablar, no es un problemadogmático, sino pastoral. No existe ningún dogma de Fe, en el Magisterio de la Iglesia, que obligue a negar la comunión eucarística a las personas que se han divorciado y han contraído nuevo matrimonio. Este asunto ha sido estudiado en todos sus detalles. Y se sabe, con seguridad, que, en un principio, los cristianos seguían los mismos condicionamientos y usos, por lo que concierne al casamiento, que los usos y costumbres que se seguían en el entorno pagano (J. Duss-von Werdt, en “Mysterium Salutis”, IV/2, p. 411).
(José Mª Castillo) El problema de los divorciados vueltos a casar, que tanto está dando que hablar, no es un problemadogmático, sino pastoral. No existe ningún dogma de Fe, en el Magisterio de la Iglesia, que obligue a negar la comunión eucarística a las personas que se han divorciado y han contraído nuevo matrimonio. Este asunto ha sido estudiado en todos sus detalles. Y se sabe, con seguridad, que, en un principio, los cristianos seguían los mismos condicionamientos y usos, por lo que concierne al casamiento, que los usos y costumbres que se seguían en el entorno pagano (J. Duss-von Werdt, en “Mysterium Salutis”, IV/2, p. 411).
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.