17 de Marzo de 2016
“La palabra de Monseñor Romero no ha perdido actualidad. Sus homilías nos siguen cuestionando y exigiendo, nos continúan dando ánimo y esperanza. Nadie que hoy lea o escuche sus homilías puede quedar indiferente. Y es que la palabra de Monseñor Romero, como la palabra del Evangelio, no pierde vigencia porque es una palabra profética, el «resonar de Dios» en el pueblo de El Salvador.
Presentamos una selección de textos de sus homilías. Son 365 textos, uno para cada día del año. Y es que este libro quiere ser un libro para la meditación diaria, para que Monseñor Romero nos acompañe a lo largo del año. Él mismo, en una ocasión, nos propuso viajar a esa «celda íntima» de nuestra conciencia para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, para luego ir al encuentro de nuestro pueblo pobre. Si Monseñor Romero fue capaz de pronunciar palabras tan claras, de amar a los pobres y ofrecer su propia vida, fue porque siempre, por más ocupado que estuviese, dedicaba su tiempo a la meditación y oración personal. ¿Por qué no hacer nosotros lo mismo? Y qué mejor, que guiados por su propia palabra… (Tomado del prólogo)”.
Descargue el libro.
“La palabra de Monseñor Romero no ha perdido actualidad. Sus homilías nos siguen cuestionando y exigiendo, nos continúan dando ánimo y esperanza. Nadie que hoy lea o escuche sus homilías puede quedar indiferente. Y es que la palabra de Monseñor Romero, como la palabra del Evangelio, no pierde vigencia porque es una palabra profética, el «resonar de Dios» en el pueblo de El Salvador.
Presentamos una selección de textos de sus homilías. Son 365 textos, uno para cada día del año. Y es que este libro quiere ser un libro para la meditación diaria, para que Monseñor Romero nos acompañe a lo largo del año. Él mismo, en una ocasión, nos propuso viajar a esa «celda íntima» de nuestra conciencia para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, para luego ir al encuentro de nuestro pueblo pobre. Si Monseñor Romero fue capaz de pronunciar palabras tan claras, de amar a los pobres y ofrecer su propia vida, fue porque siempre, por más ocupado que estuviese, dedicaba su tiempo a la meditación y oración personal. ¿Por qué no hacer nosotros lo mismo? Y qué mejor, que guiados por su propia palabra… (Tomado del prólogo)”.
Descargue el libro.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.