[Por: Tere y Luis Van de Velde]

(…) “Preocuparse por los pobres como de un asunto propio” , parece ser el gran desafío que Monseñor Romero plantea como absolutamente necesario para poder ser parte de la Iglesia que desea ser fiel al Evangelio.   Es una exigencia bien clara para “los ricos”, pero nos parece que es para todos y todas.  Santiago, de la CEB de Zacamil, nos ha repetido muchas veces “siempre hay familias más pobres que las nuestras”. Es a ellas que tenemos que dirigirnos y preocuparnos por ellas como causa propia.  A lo mejor para los más ricos es aún más difícil asumir la causa de las y los pobres, por estar más amarrados a su fortuna, su ídolo, su falso dios…

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