11 de Febrero de 2022
[Katholisch.de]
Como miembros de la Iglesia católica, reconocemos el Camino Sinodal en Alemania y más allá de sus fronteras como un kairós: un momento decisivo, para nuestra Iglesia, ante el que Dios nos sitúa.
Reconocemos la culpa en la que ha incurrido nuestra Iglesia, especialmente por lo que se refiere al abuso sexual y espiritual de su poder.
Acogemos el espíritu de la deliberación sinodal y la toma de decisiones como una inspiración para encontrar nuevas formas de llevar al Dios de la vida a la gente de nuestro tiempo.
Por lo tanto, en los lugares donde Dios nos coloque, nos comprometemos a defender decididamente una iglesia que viva la sinodalidad.
Esto significa para nosotros que:
Nos oponemos a toda forma de abuso de poder en la iglesia y abogamos por un proceso integral y la justicia para los afectados por el abuso.
Abogamos por la justicia de género en la Iglesia y la ponemos en práctica de forma coherente.
Nos oponemos a toda discriminación en la iglesia y damos cabida a todas las personas en su diversidad y singularidad.
Vivimos una iglesia en la que consultamos y decidimos conjuntamente con nuestros ministerios y carismas.
No nos limitamos a adoptar documentos, sino que los traducimos en acciones concretas: en nuestras diócesis y parroquias, en las escuelas e instituciones caritativas, en todos los lugares de la vida eclesial.
Nos valoramos a través de este compromiso.
Permanecemos unidos en la oración y sacamos de ella la fuerza para seguir el Espíritu de Dios que hace vivir.
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