[Por: Gabriel dos Anjos Vilardi | IHU]
Bendito seas, Tito de Alencar , querido fraile que luchó hasta el final por un país libre y democrático . ¡Tu indescriptible sufrimiento, jamás deseado por nuestro hermano Dios, no habrá sido en vano! Nosotros, cristianos, hombres y mujeres de buena voluntad, no permitiremos que la "percha del loro" y la "silla del dragón" vuelvan a atormentar a los activistas políticos de este Brasil. La violencia, el exilio y la censura no tendrán la última palabra en la aún joven democracia brasileña .
El artículo es de Gabriel dos Anjos Vilardi , jesuita, licenciado en Derecho por la PUC-SP y en Filosofía por la FAJE. Actualmente cursa la maestría en Derecho de Unisinos y forma parte del equipo del Instituto Humanitas Unisinos – IHU…
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