Las huellas de la memoria
[Autor Prueba]
(Eduardo de la Serna) Una de las características de los “hombres de Dios” a los que se suele llamar “profetas” en la Biblia es la memoria. Su característica, al decir del gran Abraham Herschel, es tener una profunda “sim-patía” con Dios, es decir “sentir lo que siente Dios”, “con-sentir”. Para eso, el “hombre de Dios” (ish elohim) mira, escucha, palpa la realidad. Ha sabido reconocer los pasos de Dios en la historia, y por lo mismo ha sabido ver bendiciones y castigos de Dios a su pueblo en tal o cual momento. Por eso, precisamente por eso, el profeta [que incluye mujeres, por cierto] al “ver” el presente, al “sentir” esta o aquella realidad puede hablar “en nombre de Dios” y decir “si no cambiamos”, o “si seguimos así” Dios hará esto o aquello. Una profunda conexión entre la mirada del pasado y la mirada del presente permite vislumbrar el futuro.