El Pan de la vida confronta las realidades de muerte
[Autor Prueba]
(Eduardo de la Serna) Lectura del primer libro de los Reyes 19, 1-8. Resumen: Elías debe huir de la ira de Jezabel y se dirige por el desierto a la montaña de Dios, el Horeb. Para eso es alimentado maravillosamente por un mensajero de Dios.
El texto de 1 Reyes se inscribe, obviamente, en el llamado “ciclo de Elías”. El conflicto entre el profeta y la reina Jezabel es muy serio. Lo resumimos brevemente: El rey de Israel, Ajab se ha casado con Jezabel, de Tiro, hija de un sacerdote de Baal. Mirad desde la perspectiva de la reina, es razonable que ella actúe como una reina fenicia y no como una reina israelita. Y esto incluye actitudes de autoridad, actitudes frente a la tierra (los fenicios tienen una actitud muy diferente, de allí que Jezabel entienda razonable comprar y vender la tierra, cosa que Nabot no acepta, cf. 1 Re 21) y obviamente en lo religioso es comprensible que tenga sacerdotes y profetas de Baal. Por el contrario, Elías no acepta la presencia de los ídolos y sus ministros en la tierra de Israel. El tema es un “conflicto de Dioses” (es bueno recordar que Elías significa “mi Dios es Yah[vé]”). Reclamando los derechos de Yahvé sobre su pueblo, Elías ha asesinado a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal lo cual, por cierto, provoca la ira de Jezabel, quien decide informarle a Elías por un “mensajero” (mal’ak) que aplicará el “ojo por ojo” (“hacer con tu vida como has hecho con la de ellos”, v.2). Comprensiblemente Elías tiene miedo y emprende la huida. Se dirige a Judá y sigue hacia el sur dejando en la última localidad – Berseba – a su criado y se adentra en el desierto.